La finalidad de utilizar los lenguajes de programación es que las instrucciones codificadas siguiendo la sintaxis del lenguaje utilizado sean convertidas en código binario o lenguaje maquina a través de un compilador. Algunos lenguajes se adaptan mejor al uso de un interprete, como por ejemplo: prolog, lisp, logo, basic.
La construcción de un programa compilable es un proyecto que comprende varias fases: código fuente, código objeto y el código ejecutable.
En la primera fase se escribe el programa utilizando un editor de texto en un lenguaje de alto nivel.
El siguiente paso consiste en la compilación del código fuente, la operación de compilación se encarga de traducir las instrucciones de un determinado lenguaje de programación a código objeto.
Los compiladores son programas que se ejecutan desde la línea de mandatos, reciben como entrada un fichero con el código fuente y devuelven en la salida un fichero con el código objeto.
El siguiente y ultimo paso en la construcción de un programa normalmente se utilizan funciones o procedimientos estándares soportados por el lenguaje.
Las rutinas que implantan estas funciones y procedimientos se almacenan en un fichero llamado biblioteca de compilador.
Durante el proceso de compilación, todas las llamadas a funciones y procedimientos quedan pendientes y sin resolver porque la compilación no tiene en cuenta las bibliotecas del compilador, así que se necesita una operación posterior denominada montaje o enlace (link). En el proceso de enlace el código objeto se combina o enlaza con las bibliotecas del compilador para resolver, es decir, incluir en la salida final las instrucciones que componen cada una de las funciones o procedimientos invocados. La salida de la operación de enlace es ya el código ejecutable.
